hola, soy eva

Empecé a practicar yoga en 2014, cuando me mudé de casa de mis padres, de Santo Tirso a Lisboa. Me matriculé en un gimnasio, pero las clases de grupo no me llenaban y me aburrían muchísimo, ¡siempre había algo que faltaba! Decidí probar una clase de yoga (en el gimnásio) y, sin saber porqué, volvía. ¡Recuerdo sentirme desafiada en cada clase y en cada postura! Al final de la clase me quedaba con una sensación increíble de plenitud y paz. 

Hablando con mi profesora, me aconsejó a buscar un estudio de yoga donde las clases serían más largas y el ambiente distinto al del gimnasio. A través de ella llegúe a mis queridos profesores Joana Menano y Rodrigo Pereira en Aravinda Yoga Shala, en el centro de Chiado. Una sala mágica donde con ellos empecé a descubrir todo este camino espiritual al que el Yoga nos invita. 

un camino hacía mi interior

La sensación increíble después de las clases cada vez era más intensa. Mirando hacia atrás, puedo entender que entraba con la cabeza a mil, pensando en todo (trabajo, familia, conflictos,…), pero cuando volvía a bajar la calle de vuelta a casa estaba en el PRESENTE.

Cada vez que pisaba la esterilla sentía, y todavia hoy siento, una sensación de pertenencia, podría ser simplemente YO. Todos juntos practicando, cada uno en su camino. Fue aquí donde empecé el camino de conocimiento y aceptación de quien soy. 

Después de la aventura en Lisboa, me mudé a Marbella, donde vivo actualmente. Aquí descubrí nuevos mundos, nuevos estilos, desde el Rocket Yoga, Yin Yoga hasta el Yoga Restaurativo, con profesores increíbles!

Las ganas de formarme como profesora ya rondaban mi cabeza, pero fue después de la llegada de mi primera hija, Carlota, en 2018, que todo adquirió un nuevo sentido. Las piezas clave que me faltaban para poder seguir en cuerpo y alma con esta aventura se han desvelado y por fin me encontraba preparada para romper conceptos preestablecidos y así volver a aprender sobre mí y mi camino en la Tierra.